En la Baviera de finales del siglo XVIII, Adam Weishaupt formó una orden iniciática con tintes esotéricos para crear una humanidad ‘mejor’. Pese a los magros resultados, construyó la piedra de toque del 'lore' conspiranoico moderno, una visión que ha tenido a la ultraderecha cazando gamusinos durante más de dos siglos. ¿Por qué sigue vivo el mito?
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En Baviera, a finales del siglo XVIII, no había mucho que hacer. Una, esperar sentado la descomposición del Sacro Imperio Romano; otra, contribuir a su debacle.
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