La guerrilla comunista de Filipinas, el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), se ha negado a corresponder el cese el fuego unilateral declarado esta semana por el presidente Rodrigo Duterte para que el Ejército pueda centrarse en la respuesta al covid-19.
"El bloqueo militarista en todo Luzón no pretende combatir la pandemia de covid-19 sino intimidar a la gente, reprimir libertades democráticas y cometer violaciones de los derechos humanos", señaló en un comunicado Jose Maria Sison, fundador del ilegalizado Partido Comunista de Filipinas y de su brazo armado, el NEP.
Sison, que se encuentra desde hace tres décadas autoexiliado en Holanda, criticó la "estricta cuarentena" que el mandatario declaró el lunes en toda la isla de Luzón -la mayor del país donde se encuentra Manila- y el aumento de los controles militares.
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