Una niña se sube al estrado ante líderes mundiales de todo el mundo convocados en una cumbre por el medioambiente. Con gesto serio, les recrimina la falta de soluciones. Les exige que, como adultos, actúen urgentemente para proteger el planeta. "Estoy aquí para hablar en nombre de todas las generaciones futuras. Estoy aquí para hablar por los incontables animales que mueren porque no les queda ningún lugar adonde ir". No es Greta Thunberg, es Severn Cullis-Suzuki. No es 2019, es 1992. No es Nueva York, es la cumbre histórica de Río de Janeiro.
A Severn Cullis-Suzuki (Vancouver, 1979) la conocen como la 'niña que silenció al mundo' durante los seis minutos que duró su discurso en la que fue la primera conferencia climática de este tipo.