La primera fase consistió en el bombardeo masivo de zonas enteras para ‘ablandar el terreno’ a la invasión terrestre. La segunda, la entrada de los soldados, el desmantelamiento de Hamás y el control del territorio en zonas clave. Ahora, en palabras del portavoz del Ejército, Daniel Hagari, “la guerra ha cambiado de fase” a un escenario de ataques más selectivos, reducción de tropas y disminución de la intensidad de las operaciones.
Este nuevo escenario, sin embargo, no es inmediato y se irá aplicando en función del progreso en las dos fases anteriores –a un elevado coste humano: 23.200 muertos, el 85% de la población desplazada y 500.000 personas (de un total de 2,2 millones) que no tendrán casa a la que volver por la destrucción masiva de edificios–.