Bastaron doce horas desde el anuncio de Endesa del adelanto del cierre de la central térmica de As Pontes (A Coruña), epicentro económico de la zona, para que la tensión latente se tradujera en el establecimiento de barricadas con neumáticos ardiendo a la entrada de la localidad.
A treinta minutos de Ferrol por autovía, el pulmón económico del interior de esta comarca coruñesa teme por su futuro después de que la eléctrica comunicara este viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que dejaba de operar todas en sus centrales de carbón en la península, lo que afecta además de a la planta gallega a la de Litoral (Almería), entre otras.