
La Feria Internacional de Turismo (Fitur) regresó este miércoles a Madrid, un año y cinco meses después de la última edición. Todos los años se celebra en enero y supone un gran punto de encuentro para los profesionales del turismo, que durante tres días (miércoles, jueves y viernes) reparten tarjetas y cierran tratos. El fin de semana los pabellones abren al público general, que acude en masa a llevarse lo que regalen en cada stand. Es una feria enorme en la que cientos de destinos turísticos —nacionales e internacionales— muestran su oferta y animan con música, aperitivos, folletos y sorteos al visitante.

















