México ha dejado atrás una primera mitad del mandato del progresista Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Ha sido un periodo caracterizado por oscilaciones recesivas en el orden económico, descontento social por la falta de avances en materia de desigualdad, críticas a la política sanitaria por la Covid-19, dudas sobre el músculo cambiario del peso, desconfianza en la lucha contra el desempleo y un desánimo generalizado en torno a la prosperidad que traería el Nafta 2.0, que entró en vigor en el último tramo de la Administración Trump.
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