Paulo tiene trece meses, dos madres y, aunque no lo sabe, acaba de protagonizar una de las noticias más esperanzadoras de los últimos tiempos para la comunidad LGTBI en Cuba, ya que ha sido el primer menor en ser inscrito en el Registro Civil como hijo de dos personas del mismo sexo.
El logro ha coincidido con un momento de ebullición de la defensa de los derechos LGTBI en Cuba, con esta comunidad y cada vez más colectivos de la sociedad civil independiente reclamando que el futuro Código de la Familia -que previsiblemente abordará el matrimonio entre personas del mismo sexo- no sea sometido a un referendo previo, tal y como está previsto para 2021.