La semana en Estados Unidos arrancaba con un Donald Trump optimista ante las crecientes medidas de aislamiento en los estados por la epidemia de coronavirus. "Me encantaría tener el país abierto y en funcionamiento para (el domingo de) Pascua", afirmó, insistiendo en que hay que reactivar la economía estadounidense. Esa misma semana ha terminado con el mayor paquete de emergencia económica aprobado en la historia del país.
Mientras muchas miradas seguían puestas en la evolución de Europa y China, las palabras de una portavoz de la OMS desviaban la atención hacia EEUU: "Estamos observando una gran aceleración de los casos allí". Preguntada sobre si el país podía convertirse en el nuevo epicentro de la pandemia, que de momento sigue en territorio europeo, respondió que la tendencia registrada indicaba que "tiene ese potencial".