Los accesos a París vivían este lunes por la mañana un caos circulatorio como consecuencia de la quinta jornada consecutiva de huelga del transporte público terrestre contra la reforma de las pensiones.
A las 8.15 locales (7.15 GMT) se acumulaban más de 620 kilómetros en las vías de acceso en la capital, un volumen que no se había registrado en cinco años, ya que decenas de miles de personas que habitualmente utilizan trenes, autobuses o metros habían optado por el coche particular en razón del paro.
En las calles de la ciudad, además de los atascos resultaba bien visible la presencia pese a la lluvia de muchas más personas de lo habitual que hacían su trayecto cotidiano a pie o en bicicleta.