Han pasado más de tres años desde que la UE dio luz verde al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) con el que daba una respuesta a la crisis de la pandemia radicalmente distinta a la que se dio una década antes al crack financiero. Frente a la austeridad, los 27 diseñaron un procedimiento de gasto expansivo con el que pretendían inyectar 723.000 millones de euros a las economías en forma de transferencias directas y préstamos.