Los agravios y la conflictividad con España, y antes con China y con vecinos como Brasil, Colombia y México, le sirven al presidente argentino, Javier Milei, de insumo político para distraer a la opinión pública de los acuciantes problemas de Argentina. Caída de la actividad económica, de la industria, deterioro de los salarios, recortes en salud y educación: en cinco meses de gobierno el ajuste lo han asumido los trabajadores, no la casta.