Hace varias semanas el Tribunal Constitucional publicó una sentencia que tenía como destinatario al sector bancario español: si perdían un pleito contra un consumidor por haber puesto cláusulas abusivas en su hipoteca, tendrían que pagar las costas del procedimiento judicial. La sentencia completa revela que, detrás de este caso, está la historia de dos niños pequeños que perdieron a su padre en un accidente laboral y que han pleiteado durante años contra el BBVA, primero para evitar su desahucio y después para que el banco sea condenado en costas.