Arrebato, Silencio y Repulsión. Así se llaman los tres trabajos que marcaron la trayectoria de uno de los grupos más originales, rompedores e incomprendidos de la música española de los años 80: Claustrofobia. A medio camino entre el after punk gótico, la new wave y el flamenco, sus canciones fueron un contrapunto a la vida artística que se desarrollaba en una Barcelona marcada por las tribus urbanas, que no supieron tomar el relevo al cada vez más desfasado rock progresivo nacido en los 70.