Ecologistas en Acción y otras organizaciones internacionales incluyeron al Museo del Prado en su Toxic Tour, un recorrido por empresas e instituciones que pactan con los gigantes contaminantes que también patrocinan la Cumbre del Clima. En su opinión, Endesa e Iberdrola también usarían la mayor pinacoteca española para "lavar su imagen". En la jerga activista esto se llama greenwashing y ni siquiera el arte se ha librado de sus dardos.
Sin embargo, desde el Prado mantienen que su compromiso con el cambio climático va más allá de colgar unas lonas con el logo de las eléctricas y aseguran que no son solo "un mero contenedor de obras de arte".