En una escena de El vientre del mar (Agustí Villaronga), uno de los personajes descubre que el océano que les zarandea es algo más que el mero escenario de su agonía. "El mar solo era un espejo. Y allí, en su vientre, me vi a mí mismo. Vi la verdad", dice Savigny, uno de los supervivientes del naufragio de La Medusa, cuando comprende que nunca tendrá consuelo ni salvación. El vientre del mar, la nueva cinta de Villaronga que acaba de presentarse en el Festival de Málaga, es una obra dura y por momentos atroz en su indagación de los rincones más oscuros de la desesperación.