Roland Emmerich es uno de los cineastas europeos que se ha sabido integrar de manera más perdurable en el Hollywood del blockbuster. Junto con el guionista y productor Dean Devlin u otros colaboradores, actualizó una fórmula de cine basado en la visualización de eventos catastróficos. Mediante Independence day fijó una receta de cine de acción moderadamente coral, poblado por héroes y secundarios reconocibles que intentan evitar una gran fatalidad o sobrevivirla. El germano reciclaría esa fórmula, con algunos retoques, en Godzilla, El día de mañana o 2012.
En los últimos años, Emmerich ha intercalado las superproducciones con propuestas algo diferentes (Stonewall, Anonymous).
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