El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, que compareció este jueves ante la prensa por última vez como máximo responsable de la política monetaria de la zona euro, no ha reservado ninguna sorpresa para la ocasión y ha cerrado su etapa reclamando a los líderes políticos la creación de una facilidad fiscal europea que permita hacer frente en mejor situación a la próxima crisis.
"Mi legado es no rendirme nunca", ha resumido Draghi como colofón a sus ochos años al frente del BCE, entidad que ha transformado completamente, dotándola de una mayor capacidad de actuación, lo que le ha granjeado también agrias críticas desde las filas más ortodoxas.