A marchas forzadas y algo improvisadas, el Metro de Santiago, el origen de las masivas protestas en Chile contra la desigualdad social, trata de resurgir de las cenizas en que quedaron reducidos sus vagones y estaciones, pero la capital chilena está lejos de recuperar la normalidad.
El subterráneo, donde 77 de las 136 estaciones de su red sufrieron daños durante las protestas, tuvo este martes operativas tres de sus seis líneas de manera parcial, con pasajes a 800 pesos (1,10 dólares), tras anularse el aumento de 30 pesos (0,04 dólares) que hizo estallar el descontento social acumulado.
Después de que el lunes solo funcionase un tramo de la Línea 1, que es la que transporta cerca del 40 % de los casi 3 millones de viajeros que toman el Metro cada día en condiciones normales, este miércoles reanudaron sus operaciones las Líneas 3 y 6.
Leer más: El Metro de Santiago lucha por resurgir de sus cenizas en medio de más protestas