La propuesta del economista Gabriel Zucman de gravar a las 3.000 mayores fortunas aportaría 225.000 millones anuales y es técnicamente factile, pero chocaría con la soberanía tributaria que esgrimen los territorios offshore, donde hay billones ocultos
Un impuesto global a las grandes fortunas como el de España podría recaudar hasta 1,9 billones de euros
La contribución de los grandes patrimonios a la distribución de la riqueza en el mundo es exigua, por no decir ridícula.