Entrenar un modelo de inteligencia artificial como ChatGPT es extremadamente caro. La tecnología detrás de estos sistemas se basa en el procesamiento de enormes cantidades de datos para detectar patrones y producir un resultado. Ese resultado puede ser una decisión automática basada en el análisis de las experiencias anteriores, una predicción de qué puede ocurrir en el futuro o la generación de un contenido nuevo. Para crear su IA generativa de textos, OpenAI hizo que sus sistemas estudiaran innumerables contenidos de Internet, desde estudios académicos hasta comentarios en foros y redes sociales.