Soy Samar, soy originaria de Guta oriental, y trabajo en Médicos Sin Fronteras supervisando la promoción de salud en el noroeste de Siria. Cuando se produjo el terremoto yo estaba en casa, en Azaz. Vivimos en la segunda planta de un edificio. Estaba con toda mi familia: mi hijo, mi hija y mi marido. Estábamos durmiendo. Cuando mi marido sintió el temblor, me despertó. Cogí a mi hija en brazos y mi marido a mi hijo. Salimos corriendo de casa en pijama, descalzos y aterrorizados.