Las grandes teleoperadoras europeas tienen el negocio de las multinacionales digitales estadounidenses en su punto de mira y quieren el apoyo de Bruselas para meterle mano. Primero han conseguido el visto bueno de la Comisión Europea a su plan para crear un gigante de la publicidad online que gestione los datos personales de los usuarios para hacer anuncios segmentados en competencia directa con Google y Meta. Su siguiente objetivo es una regulación que obligue a las tecnológicas que acumulen más tráfico a pagarles una tasa por copar sus infraestructuras de red.