Jackson Palmer creó Dogecoin de risas y por casualidad. En 2013, publicó un tuit irónico diciendo que Dogecoin —que aún no existía y partía del meme de "doge", la imagen de un perro de la raza japonesa Shiba Inu muy popular por aquel entonces— sería "la próxima revolución". Tras varias respuestas animándole, este australiano residente en San Francisco combinó con sus conocimientos sobre Bitcoin y la lanzó.
Dogecoin fue uno de los primeros "meme stocks", valores que suben o bajan por la viralidad que alcanzan en la red.