Brasil no ha encontrado la fórmula para contener la COVID-19 y el tiempo se le ha echado encima. Ya es el tercer país del mundo con más casos confirmados (294.152) y registra 19.038 fallecidos, según datos oficiales. Mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro no se ha desplazado ni un milímetro de su posición inicial: la economía del país no puede parar. Sin embargo, se da por segura ya una recesión superior al 5% para 2020.
Además, dado que el número de test realizados es insuficiente –3,5 por cada mil personas–, diversos especialistas advierten de que para averiguar el número de casos positivos más cercano a la realidad habría que multiplicar por 15 la cifra actual.