Acuciado por el aumento de casos y muertes, el Gobierno británico abandonó por completo la estrategia que daba prioridad a la formación de inmunidad de grupo y se decidió por medidas drásticas de aislamiento. Sin embargo, uno de los elementos de ese plan continúa persiguiéndole y ha provocado este jueves una furiosa reacción de los medios de comunicación. La falta de tests suficientes para detectar el coronavirus –un error que se ha producido también en otros países europeos– es un dato especialmente dañino para el personal sanitario que lucha en primera línea con la enfermedad.
El dato habla por sí solo.