La premio Nobel de la Paz y líder de Myanmar (antigua Birmania), Aung San Suu Kyi, defendió este miércoles en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la actuación del Ejército de su país contra la minoría musulmana rohinyá, a pesar de las acusaciones de genocidio.
"Se han implementado medidas de seguridad en la zona de conflicto", dijo ante un panel de 17 jueces la consejera de Estado de Myanmar, que aseguró que "en su país no se toleran las violaciones de derechos humanos".
Suu Kyi definió como "conflicto armado interno" los enfrentamientos en el estado de Rakhine, al oeste del país, y describió varios ataques a los que han hecho frente varias comisarías de policía, que habrían tenido como objetivo a miles de agentes.