Un "proyecto privilegiado" o "viviendas exclusivas" son dos de los mensajes habituales en una parte sustancial de las nuevas promociones que están en construcción en las grandes capitales. Un despegue de las casas de alta gama que queda reflejado en la operación inmobiliaria que se cerró hace unos días en Barcelona. Un particular anónimo extranjero ha pagado más de 40 millones de euros por un ático de 650 metros cuadrados, distribuidos en dos plantas, en el Passeig de Gràcia.