La UEFA ha prohibido oficialmente que se ilumine el estadio de Múnich durante el partido entre Alemania y Hungría con los colores de la bandera LGBT. En un comunicado oficial han afirmado que "el racismo, la homofobia, el machismo y otras formas de discriminación son una mancha en nuestras sociedades y representan uno de los mayores problemas a los que nos enfrentamos a día de hoy en el terreno de juego" y también han reconocido que "los comportamientos discriminatorios han ensuciado tanto los partidos como las conversaciones online con respecto al deporte".