Al día siguiente del inicio de la invasión de Ucrania, decenas de los empresarios rusos más importantes del país fueron convocados en el Kremlin para recibir las instrucciones de Vladímir Putin. Uno de ellos se acercó a Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores, y le preguntó cómo era posible que el presidente hubiera tomado esa decisión sin que se enteraran los principales miembros del Gobierno y desde luego sin consultarles nada, ha contado esta semana el Financial Times. "Él tiene tres asesores. Iván el Terrible. Pedro el Grande. Catalina la Grande", respondió Lavrov.