Que las relaciones tóxicas engendran monstruos, cebándose a menudo con los eslabones más débiles, es una verdad atemporal que la "Medea" de Luigi Cherubini estrenada este martes por el Teatro Real ha denunciado con una propuesta de final apoteósico aplaudida durante más de ocho minutos por el público.
Ha sido en la apertura de una nueva temporada operística que han presidido los Reyes por séptimo año y a la que no han faltado muchas otras personalidades de la vida política, económica, social y cultural, como la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol; el ministro de Cultura en funciones, Miquel Iceta, o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
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