Coincidieron en un piso de amigos comunes en octubre de 1998 y ya no volvieron a separarse. Él quería ir a un concierto, el primero que daban los alemanes Kraftwerk en Argentina, pero no podía pagarlo. Ella no. Solo fue alguien que se cruzó en su camino, fortuita, en un día que pretendía haber sido de otra manera. Aquella noche, sin embargo, se plantó la semilla de lo que, años después, se convertiría en Miranda!, la banda de pop electrónico más famosa del país americano.