En España, el 14% de la población adulta se declara parte del colectivo LGTBI+. Sin embargo, en el mundo del fútbol masculino profesional, esas siglas parecen no existir, o directamente estar prohibidas. En 2024, la Liga Española de Fútbol sigue sin tener un futbolista abiertamente gay, o bisexual. Lo mismo pasa en casi todas las competiciones del resto de países. El fútbol sigue siendo un terreno tan cerrado, tan férreo y tan tóxico que sigue sin avanzar en la diversidad sexual.