Que en EEUU tienen un problema con el sexo en el cine se sabe desde hace mucho tiempo. Cualquier escena de desnudo condena a esa película a la temida calificación R que hace que los menores deban ir acompañados de un adulto para su visionado. Solo así se puede entender que esa calificación fuera la que le otorgaron a Oppenheimer, mientras que aquí en España se le otorgó la de ‘No recomendada para menores de 12 años’. Existe, sin embargo, una calificación más temida por los directores, y es la de NC-17.