Que los hombres han impuesto su forma de mirar el mundo no es ninguna sorpresa. Lo han hecho a través de su posición de poder en todos los lugares, también en el cine. Durante mucho tiempo son ellos los que han contado las historias y los que han creado las imágenes que mucha gente asumía como reales. Son los hombres los que han plasmado en fotogramas el sexo, la maternidad o el embarazo, asuntos que conocían de oídas, por tópicos o por lo que les habían contado otros hombres.