Tras la caída del muro de Berlín, los artista del este alemán fueron despreciados, marginados, olvidados y, también, insultados. "No hay ni un solo artista en la RDA", llegaba a decir el pintor Georg Baselitz, una prestigiosa voz del arte germano originaria del este alemán, lo que otrora fue la Alemania comunista. Baselitz pronunciaba esa sentencia en una entrevista a una revista especializada en 1990, cuando ya había hecho carrera internacional. Solo matizaba su conclusión apuntando que, si en la RDA hubo artistas, estos eran unos "cabrones" [sic].
Aquellas palabras desencadenaron lo que se ha llamado en Alemania el 'Bilderstreit' o "la pelea de pinturas".