Hay una relación entre la tilde de solo y el miedo a la muerte. Si me acompañan a lo largo de unos pocos párrafos, acurrucados en este rincón, se lo puedo explicar.
Como en el psicoanálisis, al decaer los argumentos lingüistas al respecto de las preferencias de escritura de los solotildistas para el adverbio solo y de los demostrativos este, ese o aquel, salieron a flote razones más profundas y personales, enmarañadas entre la autobiografía y la cosmovisión. Dialécticamente, es difícil contraargumentar esa premisa tan poco racional, por lo que parece más interesante zambullirse en ella e intentar entender de dónde viene un apego tan visceral a una rayita sobre una vocal.