Las renegociaciones entre clientes y bancos para modificar el tipo de interés que se paga por las hipotecas han arrancado el año con su mayor registro desde el verano de 2016. Se trata de intentar aliviar el coste de estos préstamos, ya sea cambiando del tipo variable al fijo o rebajando el diferencial con el euríbor de los primeros. En enero se sellaron casi 5.000 cambios de este tipo en España, un dato que no se veía desde hace más de un lustro y que coincide con la entrada en vigor de los códigos de buenas prácticas que sellaron el Gobierno y el sector.