La ONU dio comienzo la semana pasada a una compleja operación para vaciar el superpetrolero Safer, abandonado desde hace años frente a las costas del Yemen con más de un millón de barriles de crudo a bordo, que suponen un grave riesgo para el entorno y la población de toda la región.
El barco de apoyo Ndeavor, contratado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), llegó el pasado martes a la zona para inspeccionar el petrolero, anclado desde 1988 a unos nueve kilómetros de las costas de la península de Ras Isa, en el mar Rojo, y ha servido de buque de almacenamiento de hidrocarburos hasta 2015.