La UE despierta de una larga siesta y escenifica asombro ante el genocidio israelí, pero no pasa de las palabras: no aplica sanciones, mantiene negocios y relaciones con Israel y no cumple el dictamen de la Corte de La Haya
La presión social ha empujado a gobiernos de la UE a escenificar una reacción -que apenas pasa de las palabras y de los gesto simbólicos- ante el genocidio israelí en Gaza. A ello han contribuido las grandes manifestaciones de los últimos días en La Haya, Londres o Madrid, así como los resultados de encuestas que, en diferentes países, muestran un amplio descontento social con las acciones de Israel, incluso en un país como Alemania.
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