En el inicio del nuevo curso político, la inflación alimentaria y su impacto en el poder adquisitivo continúan siendo uno de los temas centrales de la actualidad en Francia: los precios en este sector han subido un 21% en los dos últimos años y afectan especialmente a los hogares más modestos.
Una de las principales asociaciones de asistencia alimentaria del país, Les Restos du cœur, que reparte comida a personas de bajos recursos, daba la voz de alarma hace unas semanas. Ante el importante aumento de los costes y del número de distribuciones de comidas –170 millones este año, 30 millones más que el anterior–, sus responsables señalaron que sin recursos adicionales no podrán satisfacer todas las demandas.