Roberta tiene poco más de 50 años y es de la región italiana de la Lombardía, la más golpeada por el brote de coronavirus en Italia, el mayor de Europa. Ella es una de las más de 31.500 personas que han dado positivo POR el virus en el país. También, una de las casi 3.000 que ya se han curado, según el último balance de las autoridades italianas.
Al principió, creyó tener una simple gripe, pero cuando supo que formaba parte del grupo de contagiados, sintió que se le "cayó el mundo encima". Asustada, se le pasaron varios pensamientos negativos por la cabeza. "Estaba convencida de que iba a morir, de que no volvería a ver a mis amigas", recuerda.