La sexta jornada de movilizaciones en Chile –la quinta bajo estado de emergencia y toque de queda– sirvió al presidente Sebastián Piñera para medir el grado de aprobación de la nueva "agenda social" que anunció la noche del martes. La respuesta de la calle fue contundente: sus propuestas no son suficientes. Eso le transmitieron al Gobierno los miles de chilenos y chilenas que este miércoles adhirieron a la convocatoria de huelga general de 48 horas, convocada por decenas de organizaciones sociales y sindicatos.
"Esto es una marcha por la dignidad de todos los chilenos. Estamos efusivos y al mismo tiempo temerosos por la represión que estamos sufriendo de militares y carabineros que nos están matando sin razón.