Cuando Mohammad Mosa se vio obligado a huir de su casa en octubre para ponerse a salvo, se llevó su portátil con la esperanza de reanudar las clases por Zoom entre un bombardeo y otro. Mosa, de 14 años, aspira a conseguir una beca y confiaba en que, como pasó en las otras guerras que ha vivido, podría seguir con sus estudios. Pero dos meses después, lo único que ha aprendido es a hacer pan en una hoguera. Los intensos bombardeos y un férreo bloqueo han convertido la vida de la población civil en Gaza en una lucha diaria por sobrevivir, y la educación es una de las muchas víctimas.