El Gobierno de Islandia ha suspendido esta semana y hasta finales de agosto el inicio de la temporada de caza de ballenas por un informe crítico de las autoridades sobre el tratamiento que reciben estos animales, cuyo bienestar está amparado por las leyes del país nórdico.
La decisión fue tomada después de que un consejo consultivo de expertos concluyese que el método usado para cazar ballenas no cumple con las leyes sobre bienestar animal, tras analizar un informe elaborado el mes pasado por la Dirección de Alimentación y Veterinaria, según la Agencia EFE.