La Casa Blanca luce estos días iluminada con el blanco y el azul de la bandera de Israel, su aliado imprescindible en Oriente Medio, que ha convertido a la Franja de Gaza en un polvorín tras el brutal ataque sorpresa reivindicado por Hamás este sábado. Joe Biden ha aparcado sus críticas al régimen ultraconservador de Benjamin Netanyahu, al que acusó este verano de liderar "uno de los gabinetes más extremistas de la historia", y le ha prometido su "apoyo inquebrantable" ante los "terribles actos de terrorismo" de Hamás en el estado judío.
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