La crisis energética del pasado invierno dejó una fotografía simbólica de los 27 cuando el ministro de Energía checo, que entonces pilotaba las negociaciones como presidencia rotatoria del Consejo, regaló a sus colegas una sudadera con la frase que había repetido en los meses anteriores: "Convocaremos tantos consejos de Energía como sea necesario". La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, está a punto de coger el testigo con el mismo estado de ánimo y su departamento ya anticipa que está dispuesto a convocar una reunión extraordinaria en julio para afrontar la negociación del mercado eléctrico, que es el gran reto que tiene la UE para los próximos seis meses, y que ha fracasado este lunes fundamentalmente por la pugna por la energía nuclear.