Es "un problema al que dar una respuesta rápida y eficaz". Así define la Unión Europea la Ley de Reducción de la Inflación, unos 400.000 millones de ayudas, un colosal paquete de inversiones que, además, impulsa la transición hacia las energías verdes, con lo que afecta al sector del automóvil europeo, muy importante en países como Alemania y Francia.
"Las subvenciones distorsionarían el mercado", ha proseguido el vicepresidente checo, Josef Síkela, presidente de turno del Consejo de la Unión Europea, tras la reunión de ministros de Comercio de la UE en Bruselas: "La task force [grupo de trabajo] debe abordar los problemas que provoca".