Centenares de tanques rusos han sido destruidos en territorio ucraniano desde que comenzó la ofensiva. El número exacto está por determinar: el Kremlin no facilita estos datos, pero, según los últimos informes de la inteligencia británica, Rusia habría perdido hasta 580 blindados en la contienda. El Ejército de Ucrania eleva este número hasta los 1.062. El principal motivo de los estragos causados en los tanques soviéticos se encuentra en su interior: su tripulación se sienta sobre un polvorín.
Expertos militares señalan que los vehículos utilizados por Rusia en la guerra tienen un "defecto" conocido desde hace décadas.