Las devastadoras inundaciones del oeste de Alemania, con más de 160 muertos, han colocado la crisis climática en el primer plano, a dos meses de las elecciones generales que dirán adiós a los 16 años de liderazgo de Angela Merkel.
Tal vez la única imagen positiva en el panorama de casas destruidas, vecinos que lo han perdido todo y alcaldes luchando con las lágrimas es la de Merkel, el domingo, tomando del brazo a la jefa del Gobierno regional de Renania Palatinado, Malu Dreyer.